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lunes, 9 de mayo de 2011

Juego de Tronos


Pues ya está. Ya lo he visto. El estreno del primer episodio. He de decir que solo conocía la serie de oidas, así que me senté en el sillón con una gran espectación. Hace un rato que ha terminado y no se si sentirme entusiasmado o defraudado. O ambas cosas a la vez. Por un lado hay un montón de personajes y un montón de historias interesantes. Por otro lado no he visto poderes mágicos, ni monstruos mitológicos; lo más raro de todo han sido tres melones de distintos colores que se supone son huevos de dragón.

Y sexo. Mucho, un montón. Un estilo a Spartacus pero sin tanto aceite sobre la piel. La mayor novedad es que, por primera vez en una serie que yo haya visto, parte de todo ese sexo es incestuoso.

En un plano más mundano, la producción es de auténtico lujo y los actores, fantásticos. Además, me gusta mucho Sean Bean. Es una lástima que siempre haga de secundario y que en casi todas palme: creo que el papel principal de ésta serie le vendrá como anillo al dedo.

El próximo lunes no pienso perderme el segundo episodio.


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