El deber es más pesado que una montaña... Como dicen los samurais (y los malkieris, aunque entiendo que no todos hayais podido leer la fantástica obra de Robert Jordan), nos debemos a nuestras decisiones, y éstas a veces nos arrastran con la obligación moral que nos imponen.
En éste caso en particular me refiero a la decisión que tomé hace algo más de dos años de emprender el camino del blog: el blogdo, que dirían los samurais de antes. Tras mi mes de vacaciones he de admitir que he estado francamente flojo y apenas me he dedicado a él. Para rematar la faena, un amigo para mí muy querido ha decidido seguir mis pasos y abrir su propio blog. Si mis quince seguidores y mis casi cuartenta mil visitas no son poca carga, ahora mi padawan me pega un empujón para que siga alimentando de entradas ésta máquina infernal. Y eso voy a hacer, aunque me cueste un poco al principio: colgaré varias entradas cada semana, abriré nuevas secciones... en fin, trataré de hacer que sea más entretenido y vivaz.
Me pongo a ello.
PS: Os dejo el enlace del blog de mi amigo: solo tiene dos entradas aún pero es que acaba de abrirlo.
Ánimo, y a publicar se ha dicho!
ResponderEliminarYo he leído el primer volúmen de la obra de Jordan, La rueda del tiempo. Larguito. Luego, en uno de esos momentos de lucidez, que tienen los premiso Nobel por ejemplo, se me ocurrió investigar cuán larga era la obra completa. Al tomar conocimiento sucumbí ante el horror.
ResponderEliminarVamos don Ozymandias. Usted puede. Si quieres puedes publicar chorreces que nosotros igual leeremos. Las vacaciones suelen convertirnos en entes sin uso de razón al regreso, pero no debes caer en el hoyo de la depresión y posterior suicidio.
Saludos