Inauguro una nueva sección. Como mi hermana la pequeña se independiza por fin de mis padres, se me ha ocurrido colgar de vez en cuando alguna receta fácil de hacer y sumamente nutritivas: no todo va a ser pasta y fritos ¿no? Para la primera, he elegido una que me enseñó mi madre hace años: si se sigue al pie de la letra, es casi casi imposible que salga mal. Además da nombre a la sección, ya que en la receta mi madre las llamó así, lentejas para torpes. Al lío:
Ingredientes:
- Un vaso de lentejas pardinas, ya seleccionadas para evitar piedras, tierra o cualquier otra cosa.
- Tres vasos de agua (siempre el triple de agua que de lentejas)
- Una patata mediana
- Una zanahoria limpia
- Un tomate
- Media cebollita
- Pimentón dulce, picante o mitad y mitad, al gusto del consumidor. Sin cantidad definida, a vuestro gusto-
- Unos ajos. Como el pimentón, usad lo que os parezca según vuestro gusto.
- Hojas de laurel. A mí me encanta el regusto que le da al guiso, uso tres o cuatro.
- Aceite
- Sal.
Opcionalmente se le puede añadir un poco de "compaño": un poco de chorizo, un poco de tocino, un poco de morcilla...
Preparación:
Lavamos las lentejas para eliminar restos de polvo o tierra, y las ponemos en la cazuela. Añadimos los tres vasos de agua.
Partimos la patata desgarrándola, o cascándola, como dicen en La Rioja: consiste en clavar un poco el cuchillo y tirar para que se rompa. Si hacemos eso en vez de cortarla, favoreceremos la liberación del almidón y el caldito será más espeso. También cortamos la media cebolla en cuatro, y la zanahoria en rodajas gruesas. Para terminar, picamos el tomate.
Todo va a la cazuela, tal cual, junto con las hojas de laurel y la carne si al final decidimo añadírsela. Fuego medio alto hasta que empiece a borbotear; después se baja a la mitad: yo lo pongo al 5 de 9 niveles
Se deja cocer removiendolo suavemente de vez en cuando, hasta que el canto de las lentejas empiece a abrirse. Entonces preparamos un sofrito con el aceite y los ajos que previamente habremos fileteado. Cuando estén dorados, añadimos el pimentón y removemos. Unos segundos más y todo el sofrito se añade a las lentejas.
Dejamos que siga cociendo hasta que las lentejas estén blandas, momento en el cual añadimos la sal al gusto. Ya lo tenemos listo para comer o para dejar para el día siguiente.
Como se puede ver, no son muy caldosas porque a nosotros nos gustan así. En caso contrario, añadir entre medio y un vaso de agua más.
En estos reinos le llamamos guiso de lentejas. Es una de mis comidas favoritas, lo bueno es que le pones lo que te gusta y siempre sale rico. Con chorizo y panceta queda de re chupete.
ResponderEliminarPero no es bueno para agasajar a una dama, porque tu dices "anda, que le hago esto a la mozuela y quedo como el duque de Orleans", pero le agarra una pedorrera que no veas, JUAAAJUAJUAAAAJJJ. Soy muy gracioso y simpático.