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sábado, 5 de enero de 2013

Yo mismo 2.0

Feliz año a todos.

A lo largo de éstos últimos meses me he dado cuenta de que hay cosas de mi vida que no me gustan. O que no me hacen feliz. O que, sencillamente, ha llegado la hora de cambiar. Y no hablo de dejar de fumar o de ingerir grasas parcialmente deshidrogenadas. Lo cierto es que busco es una pequeña catarsis, un empezar de nuevo y acabar con  lo viejo y polvoriento. La lista es breve:

- Dejar de decir que sí a todo el mundo, de pensar bien de todos y de confiar ciegamente en la buena fe humana: estoy harto de que me dejen más vendido que la mula del gitano. A partir de ahora, y sin dejar de ser un buen tipo (porque así me considero yo), voy a tirar un poco más de cinismo y voy a decir a la gente unas cuantas verdades. Educadamente, pero se las diré.

- Ponerme en forma. Estoy hasta los cojones de pesar 80 kilos para los apenas 173 centímetros que levanto. Pretendo conseguirlo con la ayuda de los consejos del señor Darío Pescador. haciendo ejercicio y controlando lo que cómo y cuánto como, para éste verano pretendo encontrarme en 70-72 kilos y en buena forma física.

- Raparme la cabeza de una puta vez. Cada vez que me corto el pelo, se me ve más el cartón, así que he decidido que antes de hacer el ridículo, me rapo la almendra.

- Beberme una botella de vino a la semana como mínimo. "In vino veritas", decía Plinio el Viejo; yo no sé si encontraré en él la verdad, pero me seguro que soy más feliz.

- Abandonar la procrastinación. Disciplinar mi mente para hacer las cosas ahora y no mañana o pasado.

- Dejar los refrescos de mi cubata. Si un licor es bueno ¿para qué estropearlo con agua azucarada? A partir de ahora me lo bebo solo con hielo. 

- Reirme más y echarle más morro a la vida. Disfrutar más de los momentos


1 comentario:

  1. ¡Olé y olé!.¡Esos sí que son buenos propósitos para el año nuevo!. Por lo menos ya has cumplido uno, jeje. Besicos, cinikillo.

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