Hace unas noches, mientras paseaba a la perra, iba yo meditando acerca de cómo fabricar un arma antizombis efectiva y fácil de construir. Ya se que no es un tema muy ususal pero es que trato de participar activamente en el foro del bunker anti-zombis. La culpa es de Dani y su bunker, yo soy inocente.
El caso es que se me ocurrió que, puestos a fabricar un arma con éstas características, lo mejor sería tunear una ya existente. En particular, un bate de aluminio. A continuación os doy las instrucciones:
Partimos de un sencillo bate de aluminio. Aparte de ello usaremos cierto material extra, un metro de espárrago roscado de acero, de aproximadamente un centímetro de diámetro y varias tuercas y arandelas apropiadas para roscarlas en él. Debo aclarar que éste tuneo sólo lo he hecho de cabeza, no lo he llevado a la práctica, por lo que puede ser que incurra en algún error.
Cerca de la cabeza del bate perforamos varios agujeros opuestos, en posición perpendicular al eje axial, en un número que oscile entre cuatro y seis. Con un juego de machos de roscar apropiados y aceite para lubricar, creamos unas roscas iguales que la del espárrago adquirido. Cortamos varios trozos de espárrago con un tamaño aproximado de unos seis u ocho centímetros, eliminamos rebabas con una lima fina y los atornillamos en los agujeros. Para evitar que se salgan usaremos el método de la contratuerca: consiste en roscar primero una tuerca al máximo que se pueda (sin cepillarnos los hilos, claro) y después montar una segunda rosca sobre la primera. Si la primera hace una buena presión y la segunda se aprieta bien sobre la primera (se sujeta con una llave la primera mientras que con otra llave igual se aprieta la segunda), ambas impedirán que el vástago se salga. Como nuestro espárrago ya va roscado, con solo una tuerca conseguimos el mismo resultado.
Ya solo nos queda limar con una esmeril los extremos libres de los espárragos para sacarles una punta apropiada y ¡a buscar cabezas de zombis!
Inicialmente pensé en usar una fijación química a base de araldite o similar pero me dí cuenta de que, si un día se rompiese/doblase uno de los pinchos, no habría forma humana de extraerlo. Con la doble tuerca ese problema desaparece ya que los vástagos se montan y se desmontan con ellas. No me quiero extender más, si alguien desea que le explique más en detalle cómo funciona el montaje desmontaje, estaré encantado de aclararlo.
Cerca de la cabeza del bate perforamos varios agujeros opuestos, en posición perpendicular al eje axial, en un número que oscile entre cuatro y seis. Con un juego de machos de roscar apropiados y aceite para lubricar, creamos unas roscas iguales que la del espárrago adquirido. Cortamos varios trozos de espárrago con un tamaño aproximado de unos seis u ocho centímetros, eliminamos rebabas con una lima fina y los atornillamos en los agujeros. Para evitar que se salgan usaremos el método de la contratuerca: consiste en roscar primero una tuerca al máximo que se pueda (sin cepillarnos los hilos, claro) y después montar una segunda rosca sobre la primera. Si la primera hace una buena presión y la segunda se aprieta bien sobre la primera (se sujeta con una llave la primera mientras que con otra llave igual se aprieta la segunda), ambas impedirán que el vástago se salga. Como nuestro espárrago ya va roscado, con solo una tuerca conseguimos el mismo resultado.
Ya solo nos queda limar con una esmeril los extremos libres de los espárragos para sacarles una punta apropiada y ¡a buscar cabezas de zombis!
Inicialmente pensé en usar una fijación química a base de araldite o similar pero me dí cuenta de que, si un día se rompiese/doblase uno de los pinchos, no habría forma humana de extraerlo. Con la doble tuerca ese problema desaparece ya que los vástagos se montan y se desmontan con ellas. No me quiero extender más, si alguien desea que le explique más en detalle cómo funciona el montaje desmontaje, estaré encantado de aclararlo.
Perdón por la mala calidad de los pinchos, es todo lo que puedo conseguir con el Paint.
Dejando volar un poco la imaginación, y sin poner en peligro la resistencia estructural del cuerpo del bate, podemos añadirle algún que otro adorno.
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