Así puedo resumir el último programa de "Mira Quien Baila", o "Más Que Bodrio". Un tongo en toda regla. No me cabe en mi gran cabeza cómo ha sido posible que la arrítmica, inexpresiva y con dos pies izquierdos más famosa de San Blas haya salido elegida por delante de una profesional del baile como Edurne, por nombrar a alguien. O como El Sevilla, cuya idea del baile se limitaba a agitar la cabeza y saltar encima de sus fans, y que ha resultado ser un auténtico maquinón, capaz de moverse al ritmo de un rap de Torrejón, o dar los pasos de un vals con una elegancia inaudita en él. Incluso Carmen Lomana, que de "Queen of the Night" ha pasado a ser una auténtica "Dancing Queen."
Lamentablemente ellos no tienen el tirón mediático de la barbi chunga. Ellos no generan los beneficios de su ex-compañera y por lo tanto no tienen la bula que la cadena "Telahinco" se ha sacado de la manga. Tanto ha sido así que al final se ha tenido que crear una especie de premio de consolación, un premio del jurado: la gente vota quién quiere que gane pero el jurado elige al mejor bailarín. Dos premios, popularidad (para la barbie) y baile (para Edurne). Por que de otra cosa no sabrá la gente, pero de baile, menos. Era de justicia que alguien reconociese los méritos de alguien que baila tan bien que resultaba dificil saber quien concursa, si ella o su acompañante.
Pero ésto no debe repetirse. Debemos unirnos y luchar, debemos reunir un millón de firmas para retirar a la Esteban de la circulación.
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